La detección de monóxido de carbono en la Protección Contra Incendios

El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido, generado habitualmente por la combustión de combustibles comunes (gas, carbón, leña, gasolina, petróleo) con un suministro insuficiente de aire o cuando la combustión es incompleta. El monóxido de carbono (CO) se genera habitualmente por accidente o mantenimiento inadecuado de calentadores, calderas, estufas o chimeneas, en espacios mal ventilados, y también en el uso de máquinas de combustión interna. Hay diferentes factores que influyen en la generación de CO, concretamente:

• Temperatura: a mayor temperatura, más generación de CO
• El tipo de madera: la madera de pino contiene más ácidos grasos insaturados que el resto de maderas.
• El tiempo de almacenamiento: cuanto más tiempo hace que está almacenado, menos CO se genera. Se produce más CO durante las seis primeras semanas.
• La cantidad de oxígeno presente: cuanto más elevada sea la concentración de oxígeno, más posibilidad de generación de CO.
• La abrasión mecánica: la rotura por abrasión de la superficie de los pellets facilita el contacto de los ácidos grasos de la madera con el oxígeno ambiental y facilita la generación de CO.

El monóxido de carbono se absorbe fácilmente a través de los pulmones y pasa a la sangre. Pertenece al grupo de los asfixiantes químicos, dado que desplaza el oxígeno para unirse a la hemoglobina formando carboxihemoglobina (COHb) y por lo tanto priva a los tejidos del oxígeno necesario. La vida media biológica de la concentración de COHb en la sangre de personas adultas sedentarias es de tres a cuatro horas. La eliminación de CO se hace más lenta con la edad, y cuanto menor sea el nivel inicial de COHb, menor será la velocidad de eliminación. La gravedad de los síntomas de la intoxicación por CO está influenciada por tres factores principales: la concentración de CO en el medio ambiente; la duración de la exposición, y la tasa de carga de trabajo y la respiración. En función de estos factores pueden surgir los efectos : dolor de cabeza, vértigo, náuseas inconsciencia y por fin la muerte.

Los sistemas de detección de monóxido de carbono están diseñados para la detección de un peligroso gas como es el CO. Además de éste existe gran variedad de detectores para otros gases nocivos, tóxicos y explosivos. Cuando se alcanza una determinada concentración, el sistema debe proceder a su ventilación, poniendo en marcha automáticamente los extractores. En las zonas en las que pueda existir el riesgo de emisión de monóxido de carbono será necesario disponer de medios de detección, de medida y de extracción de monóxido de carbono.

Fuente : Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

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